Verde que te quiero ver de mostaza a verde,
¿Cómo pintar el amarillo sin bañarlo de azul?

-Intenté pintar el cielo de verde pero nunca lo logré.

-¿Por?

-Pues porque creo que es imposible controlar tus sentidos/cerebro para que produzcan la realidad a voluntad. O sea el cerebro con sus ojos ve lo que ve, no lo que quieres que vea.

Estando echado en el jardín intentando discriminar entre moscas en mis ojos u orgones en el cielo, estuvo siempre presente la idea del cerebro como una máquina que opera a manera de “booststrap”, es decir se inicia a si misma, se alimenta a sí misma y se realimenta a sí misma con la información proveniente del entorno y la derivada de sus propias inducciones, todo esto en un tiempo desdoblado (“unfolded”, “in -between”), donde el aquí y ahora percibido es un continuo que se construye con base en probabilidades (según la experiencia previa y la inmediata). La realidad que percibimos es la realidad construida/calculada por la máquina-cerebro como la más probable de existir. Lo que percibimos como real es la mejor hipótesis que nuestro cerebro pudo probar según lo vivido en este tiempo desenvuelto.

Con base en ello se abre entonces la cuestión sobre cómo la máquina/cerebro opera para generar y probar dichas hipótesis que dan forma a la realidad ¿Qué regla le subyace en su auto-arranque/mantenimiento (bootstrap)?

En este tenor, podríamos apuntar al teorema de Bayes como uno de los procesos algorítmicos que sustenta la construcción de la realidad inmediata como un proceso de “bootstrapping” pues dicho teorema refiere al cálculo de las predicciones subjetivas, dando como resultado clasificaciones con base en el cálculo de las probabilidades según la información recibida en un momento dado. Siendo entonces para el cerebro lo mas posible de ser verdadero (en ese tiempo desdoblado) lo “real”,  mas conforme los datos cambian dicha probabilidad de realidad lo hará también. Si ayer, antier y anteantier salió el sol, lo más probable es que mañana salga también, pero si mañana, pasado mañana y dos días después el sol deja de salir la probabilidad se inclina a que posiblemente el sol no salga.

Si bien, estas aproximaciones aquí brevemente mencionadas refieren a una lógica un tanto mecanicista de la realidad o del cerebro (dado que son lo mismo), también abren la puerta a una comprensión de la realidad humana más allá de la materia nerviosa, pues ¿quién redujo el cerebro a un órgano? o mejor dicho porqué limitar el estudio de la conducta humana y de su cerebro a sólo la base orgánica del mismo. El cerebro se extiende y existe más allá de los límites craneales de la cognición, el cerebro no es sólo células nerviosas, el cerebro también es procesos químicos, eléctricos, y lógicos, procesos que pueden ser y son emulados en bases materiales ajenas a la carne humana como lo son las inteligencias eléctricas con base en silicio. El estudio del cerebro debe ampliarse y contemplarse a nivel orgánico, a nivel cognitivo y a nivel instrumental, pues el cerebro también es sus herramientas. Cuando estudiamos el uso de las herramientas y de la tecnología estamos estudiando al cerebro en su dimensión extendida y extracorpórea. En este sentido hablar de mente no es hablar de sustancia ni de espíritu, hablar de y estudiar la mente es estudiar al cerebro desenvuelto en la materia, y en cómo dicha materia impacta en la dimensión nerviosa de sí mismo, el cerebro es más que un órgano, el cerebro es un bucle, una botella de Klein donde adentro es afuera y afuera es adentro.

2 Thoughts to “Pintando el cielo de verde”

    1. José M Sánchez-Sordo

      Gracias Juan, Saludos!

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